Bicampeones contra viento y marea
TIJUANA.- ¡El rey ha muerto! ¡viva el rey! era la sensación que se sentía en los playoffs de la Temporada 2015; no éramos favoritos para repetir como campeones. Ser sexto lugar de la Tabla General de Cibacopa México nos puso en una posición donde teníamos que ir contra “viento y marea” para lograr el bicampeonato….
TIJUANA.- ¡El rey ha muerto! ¡viva el rey! era la sensación que se sentía en los playoffs de la Temporada 2015; no éramos favoritos para repetir como campeones. Ser sexto lugar de la Tabla General de Cibacopa México nos puso en una posición donde teníamos que ir contra “viento y marea” para lograr el bicampeonato.
No tuvimos el privilegio de abrir ninguna serie de postemporada ante nuestra gente; las adversidades hicieron que nos uniéramos más como equipo, siempre teniendo el respaldo de nuestra afición en cada partido, de local, lógicamente, se sentía más.
Un fuerte golpe fue perder los dos primeros partidos ante Rayos de Hermosillo en la fase de cuartos de final; nos levantamos de nuestras cenizas como “fénix” para obtener cuatro victorias seguidas, la última en territorio enemigo, para avanzar a semifinales, tras ganar la serie cuatro juegos a dos.
James Penny brilló con luz propia en ese sexto partido con 36 puntos y a la vez hizo vibrar a nuestros fieles aficionados, pasaron del nerviosismo y miedo de quedar eliminados a la alegría y felicidad de que su equipo se colocara a un paso de la gran final.
Muy diferente fue lo que vivimos en la semifinal, sin exagerar, fuimos una aplanadora sobre Náuticos de Mazatlán; sólo necesitamos de cinco partidos para avanzar a la final donde nos esperaba Fuerza Guinda de Nogales.
Lo parejo y cardiaco de la Serie Final hizo que llegará a un séptimo y definitivo partido en condiciones que nunca habíamos vivido; el partido lo disputamos en condición de visitante.
A la misión de ser campeones en territorio adverso no llegamos solos; fuimos acompañados por un grupo de fieles aficionados, entre ellos familiares de nuestros jugadores; fueron oxígeno puro en los momentos de más apremio que vivimos en Nogales, principalmente en el sexto partido, donde el resultado fue adverso.
Aunque el grito ¡Vamos Zonkeys! se opacaba con abucheos de los aficionados locales, el escucharlo tan lejos de casa, nos daba una bocanada de oxígeno que nos llevó a terminar ganando fácilmente el séptimo juego 80 puntos a 56.
El esfuerzo de hacer el viaje de nuestros aficionados valió la pena cuando gritaron junto con nosotros ¡Bicampeones! ¡Bicampeones!
Con la satisfacción de haber cumplido el objetivo del bicampeonato, llevamos el trofeo ante nuestra afición en el Auditorio Municipal de Tijuana ahí reímos, gritamos y celebramos el ser bicampeones.
También tuvimos caravana; recorrimos las principales avenidas de Tijuana para celebrar con la ciudad este bicampeonato que significó mucho para nosotros; cuando más adversidades tienes, los éxitos se disfrutan más.